COMPAÑERA Y OBRERA, MUJER GUERRERA

Esta foto revela parte de la experiencia vivida por mis abuelos durante la Guerra Civil. El encarcelamiento de mi abuelo Heraclio hace que mi abuela se mude junto con su madre, a Sodupe cerca de la cárcel donde estaba mi abuelo, a la espera de rehacer sus vidas. Se casaron por lo civil antes de que Heraclio partiera al frente. La dedicatoria que acompaña a la foto de ellos, escrita por mi abuelo, nos da luz a la relación y simbología que se vivía durante aquellos años. La foto es un recuerdo que le dedica mi abuelo a mi abuela desde la cárcel, y en plena Guerra como marca la fecha 24 de agosto de 1937.

"Con el dolor inmenso que las circunstancias nos imponen te dedico este recuerdo, querida "compañera" (re escrito encima por mi abuela con la palabra mujercita) en muestra del imperecedero cariño que hacia ti siento". 

Con estas palabras mi abuelo dejaba constancia que no sólo el amor les unía, sino también una ideología y una manera de entender el mundo. La palabra compañera muestra que ante todo él, la consideraba una compañera de vida y lucha por unos ideales en los que ambos estaban inmersos. Mi abuela desde el lado de la espera, en mitad de una Guerra, de la pobreza, vive marcada y estigmatizada por ser la mujer de un prisionero de guerra republicano. Esto les marcará toda la vida en su memoria y sus vidas. Vivirán siempre ocultando algo, escondiendo parte de su biografía, con miedo y temor a ser represaliados. Miedo a contar los hechos, la tortura, el dolor y el sufrimiento. Mi abuela escribe la palabra mujercita por este temor, temor a que alguien le acuse de tener un matrimonio civil y no católico. Miedo a que tomen más represalias con mi abuelo o a ser encarcelada, torturada, fusilada. Miedo de ser quienes son, a la verdad. Y esa es la memoria que tejen miles de mujeres como mi abuela, que coserán hasta el final de sus días, porqué eso no lo olvidan, las alimenta física y emocionalmente, en la espera, con el dolor, las acompaña, cosen sus heridas.